domingo, 8 de marzo de 2009

Diario de una Escort 2: El americano Sodomizador

Me senté en la cama por unos minutos, apretando con nervios las manos. Hasta ahora todo había sido muy fácil, pero hoy en la noche seria la hora de la verdad y francamente me sentía algo asustada. ¿Con quién me tocaría salir hoy? ¿Sería un tipo guapo.. o feo? ¿Un millonario excéntrico? ¿Y si el tipo era un pervertido?

En fin. Solo me quedaba esperar.




*** En la agencia, 10pm ***




Entre lentamente al salón rojo y ahí estaba Paola esperándome.

“Guapísima .. simplemente divina, Josie..” Dijo mientras complacida me examinaba con la mirada.

“G.gracias señorita Paola.. me siento muy feliz.”

“De nada, Josie.. la agencia siempre cuida a sus chicas.”

Entonces Paola cerró la puerta del salón con llave y con un gesto simpático me señalo una pequeña maletita que estaba en la esquina.

“Ábrela y adentro encontraras tu atuendo para esta noche, Josie..”

Con una actitud juguetona fui rápidamente a abrir la maletita, pero cuando vi el tipo de ropa que estaba adentro me emocione un poco. Ahí estaba un sensual vestidito negro ajustado y una micro tanguita del mismo color, y debajo de ellos vi unos lindos zapatos negros de tacón de aguja.

Sentí una súbita ola de ansiedad por todo mi cuerpo al ver el atuendo tan descaradamente sexy, ya que tan solo hace unos días nunca hubiera considerado siquiera ponerme algo así.

“Quiero verte con eso puesto, Josie.. “ Dijo Paola con una mirada enigmática mientras se sentaba en una silla cercana.

“Pero.. ¿Aquí?”

“Si, Josie, aquí.. –Dijo Paola con una risita-- me encanta ver a mis chicas ponerse sus trajecitos.. Dame ese gusto, ¿Ok?”

“Bueno.. lo hare, señorita Paola..”Respondí con una actitud derrotada. Era evidente que en la agencia yo no tenía voz ni voto, y aun muerta de vergüenza me tendría que cambiar enfrente de mi jefa.

Con mucho pudor me fui quitando la ropa hasta quedar desnuda, y vi de reojo que Paola me observaba complacida. Como pude trate de ignorar sus miradas y entonces tome primero la delicada tanguita negra y la fui subiendo por mis piernas hasta que quedo firmemente colocada entre mis nalgas.

“Uff..” Se me escapo un suspiro.

“Te gustó ¿No es así?” Dijo Paola dándole un sorbo a una copa de vino. “Por cierto, te ves preciosa así, depilada por completo.”

“Y..yo.. no sé, es que.. se siente raro..” Conteste entre risitas.

“Ya te acostumbraras, Josie.. continua por favor..”

Asentí con la cabeza y me puse entonces el vestido negro, pero cuando estuvo en su lugar vi con horror que apenas si cubría un poquito por debajo de mis nalgas.

“Pero.. se me va a ver todo..” Dije con voz suplicante a Paola, que solo sonreía.

“Pues esa es la intención ¿No? Si te sirve de consuelo, te ves tan sexy que me dan ganas de agarrarte a mordidas.. “

Me sonroje inmediatamente al oír eso. ¿Estaba coqueteando conmigo Paola? No supe que decir y aturdida agarre los zapatos negros y me los puse. Luego respire resignada y arregle ligeramente mi largo cabello para que ondulante cayera en mis hombros.

“Espectacular, Josie.. te ves lindísima”

“Pero.. me da mucha pena.. voy mostrando todo..” Dije con voz baja.

“No te preocupes. En unos meses ir vestida así se volverá algo natural en ti. ¿Ok? Ahora bien, te informare de tu cita para esta noche. Es un empresario texano de 50 años, se llama Lothar, y lo vas a encontrar en el restaurante “Centro Castellano” en Polanco.”

“Oh.. ¿Me llevo mi carro a la cita?” Pregunte con ingenuidad.

Paola no pudo contener la risa, y durante algunos segundos no pudo ni hablar. Finalmente logro calmarse y me dijo: “¡Noooo! ¿Cómo crees? Nuestras chicas no llegan en carros viejos a sus citas. Te enviare en un BMW con uno de nuestros choferes.”

“B.bueno..” Dije apenada, sintiéndome la más tonta del universo.

“Ahora bien,--Dijo Paola con súbita seriedad-- Debo hablarte de la cita de hoy.”

“¿Si?”

“Veras.. nuestro cliente, el señor Lothar, normalmente nos solicita chicas jóvenes primerizas para sodomizarlas, y puede ser muy agresivo en ese aspecto. ¿Entiendes?”

“Oh Dios..” Me quede pasmada. Yo nunca había tenido sexo anal, y de repente en mi primera salida tener que ir con un experto pues..

…me estaba dando mucho miedo.

“Pero no te preocupes, Josie.. lo conozco bien. Él sabrá manejarte.” Dijo Paola con una sonrisa calmada.

“P..pero.. señorita Paola, ¿Y si no me gusta por atrás?”

“Mira, si sientes algún problema, dile y no pasa nada. Aunque hasta ahora a ninguna de las otras chicas le ha molestado lo que les hizo. ¿Entiendes?”

“S.supongo..aun así yo…”

“Bueno, no se diga mas Josie.. ve de una vez a la cita. ¿Ok?”

“Si, señorita Paola..” Dije tragando saliva, y entonces con muchos nervios me puse en marcha al carro que ya estaba esperándome en la entrada.




*** Centro Castellano, 11pm ***



Apenas entre al restaurante voltee a ver a todas partes y pude darme cuenta que el lugar realmente era muy bonito. Tenía una decoración rustica en madera y lámparas amarillas, y quizás por la hora estaba completamente lleno.

Sentía mi corazón latir con muchísima fuerza, ya que estaba simplemente aterrada. Y así me quede paralizada en la puerta hasta que una de las meseras se me acerco y me pregunto: “Hola.. ¿Puedo ayudarte?”

“S..si…--Respondí torpemente—Estoy buscando al señor Lothar..”

“Ah, si, por supuesto.. es aquel que está sentado con ese grupo de empresarios.”

“Gracias..” Dije con voz apenas perceptible, y sin poder contener mi curiosidad voltee a verlo.

Francamente, no se parecía en nada a lo que había imaginado. Pensé que sería el típico turista americano, viejo y feo. Pero no, el tipo si se veía de unos 55 años, pero por su elegante traje negro y musculatura estaba claro que se había conservado bien.

Me puse algo nerviosa cuando vi su rostro, ya que tenia facciones realmente duras, como si fuera un torturador nazi o algo por el estilo. Y para colmo, también llevaba su blanco cabello recortado al estilo militar, dándole un aspecto aun más siniestro.

Lentamente me acerque a su mesa y pude ver que el americano y sus amigos estaban armando un gran barullo, platicando y brindando alegremente. Apreté mis manos con pena y haciendo un esfuerzo me presente: “¿H..hola..? ¿Señor Lothar?”

La mesa se quedo en un silencio sepulcral mientras todos los asistentes volteaban a verme con franca lujuria en sus caras. Entonces el americano amablemente se levanto y sin darme tiempo a reaccionar me dio un beso en la mano.

“Perfecto.. –Dijo con una sonrisa lujuriosa y un español deficiente--simplemente perfecto. Paola saber elegido correctamente, nenita.”

Los colores inmediatamente se me fueron al rostro, entre apenada y halagada, y en ese momento los demás tipos comenzaron a aplaudir y piropearme.

“G..gracias..” Dije con torpeza mientras Lothar colocaba una silla para que me sentara junto a él.

“Definitivamente, nenita, voy a divertir contigo hoy..”

“Bueno.. yo..” Trate de decir algo para cambiar el tema de conversación.

“Nada, nenita.. ¿Querer algo de tomar?” Me pregunto Lothar mientras llamaba a un mesero.

“No, bueno.. un vaso de agua.. por favor..”

Lothar inmediatamente ordeno mi bebida, y acto seguido giro sobre su silla y con sus ojos azul acero se me quedo mirando obsesivamente.

“God..realmente tu ser hermosa.. ¿Cuál ser tu nombre?”

Oh Dios. No había pensado en eso. Se supone que todas las chicas que trabajan en esto inventan algún nombre para usarlo con fines “artísticos”. Pero en este momento la pregunta me tenia indefensa.

“J..Josie..” Respondí apurada, y casi al terminar la frase me arrepentí. Le había dicho mi verdadero nombre, Oh Dios..

“Hermoso nombre, Josie.. ¿Tu primer vez en “cita”?”

“Si.. es la primera, señor…”

De reojo pude ver que los demás tipos en la mesa ahora platicaban de sus asuntos sin tomarnos tanto en cuenta. Respire aliviada, ya que tener tanta atención así me tenía un poco incomoda. Entonces el americano de forma simpática dio unas palmaditas en su regazo, obviamente indicándome que quería que me sentara en sus piernas.

Dudando, me levante de mi asiento y fui a sentarme en sus piernas, pero apenas mis nalgas se posaron sobre su cuerpo el americano me sujeto firmemente de la cintura y agresivamente me apretó contra su pecho. No pude ni siquiera reaccionar, porque casi inmediatamente su rostro se poso en mi hombro izquierdo y comenzó a decirme cosas al oído.

“¿Estar más cómoda así, señorita?”

“ S..si..” Dije tratando de voltear la cara, pero como relámpago una de sus manos me sujeto la cabeza y me obligo a seguir mirando al frente.

“Discúlpame, así gustarme a mí.. tu ser muy obediente, ¿No es verdad?”

“S..sí, señor.. “ Dije mordiéndome los labios, visiblemente excitada ante la situación. Por alguna extraña razón estaba disfrutando ser tratada así de forma tan dominante.

“Perfecto.. –Dijo él mientras su erección crecía y se apretaba con fuerzas contra mis nalgas—Tu tener un culito hermoso. Muy hermoso. ¿Ser virgen por ahí?”

“G..gracias.. y si. Si.. soy.” Dije tragando saliva mientras cerraba los ojos. La adrenalina recorría violentamente mi cuerpo, y mis pezones reaccionaron irguiéndose desafiantemente contra mi vestido negro. Mi excitación cada vez era más evidente.

“Perfecto..”

El americano me sujeto aun más firmemente contra su cuerpo, y sus poderosas manos recorrieron con descaro mi vientre y piernas una y otra vez, acariciándome con rudeza. Apenada por el espectáculo que estaba dando, voltee a ver al resto de los comensales, vi que varios de los tipos habían dejado de atender sus asuntos y de nuevo no me quitaban la vista de encima.

Sin duda les estaba dando un show muy entretenido. Estuvimos así por algunos minutos, hasta que finalmente el americano me dijo al oído:

“Creo que deber irnos ahora, Josie..”

Y no pude menos que sentirme aliviada. Al menos así se acabarían las miradas indiscretas. Acto seguido, el americano se levanto junto conmigo de su asiento y comenzó a despedirse de sus amigos.

“Ah mis amigos.. deber irme ya, un par de nalguitas me esperan..” Dijo a modo de broma mientras todas las miradas caían en mi. Y yo solo pude morderme los labios con molestia, ya que ser exhibida así, como “un par de nalguitas” frente a tantos tipos pues no me había caído muy en gracia.

Como sea, para no enojarme más trate de pensar en otra cosa, y así estuve hasta que después de algunos minutos el americano por fin termino de despedirse de sus amigos, y entonces me fue guiando hasta la entrada en donde ya nos esperaba su carro, un lujosísimo mercedes benz convertible. Con mucha caballerosidad Lothar me abrió la puerta del mismo y una vez que estuve adentro se coloco en el asiento del conductor y partimos hacia su hotel.

Por algunos minutos el americano manejó por las saturadas calles de la ciudad en total silencio, hasta que de repente volteo a verme para preguntarme algo.

“Y decirme, Josie.. ¿Qué tan buena tu ser mamando verga?”

Oh Dios. Me quede helada ante esa pregunta.

“Y.yo.. un poco.. yo..”

El americano me sonrió de vuelta y aprovechando una luz roja se bajo el zipper y saco su gigantesco miembro del pantalón. Era un instrumento enorme, increíblemente grueso y en la punta se veía una enorme cabeza morada que brillaba sutilmente con la luz. Entonces, con un gesto dominante, Lothar acerco su mano a mí y con cuidado deslizo sus dedos entre mi cabello, para acto seguido irme bajando hacia su regazo.

“S..señor, no, y.yo…” Trate de decir, resistiéndome débilmente, pero era inútil. El tipo tenia muchísima fuerza y lentamente mi cara se iba acercando a su miembro sin que yo pudiera hacer algo. Y francamente me horrorizaba la idea de que cualquiera que se asomara al carro me vería en tan comprometida situación.

“P..por favor...” Intente decir de forma suplicante y justo en ese momento mis labios llegaron a la gruesa cabeza morada. El americano no tuvo piedad y con un empujón firme su verga penetro en mi boca y fue deslizándose poco a poco hasta que la dejo completamente llena.

“¡Mmfmf…mfmfm…!” Gemí con impotencia, pataleando ligeramente.

“Perfecto, Josie.. tu ser muy buena mamando..” Dijo el americano mientras su mano comenzaba agresivamente a subir y bajar mi cabeza. Y no sé porque, pero de repente algo en mi interior se activó porque me sentí increíblemente excitada.

Oh Dios… ¡Me estaba gustando! Y mi mente pareció borrarse de golpe, y solo un pensamiento quedo: Debía mamar pito con todas mis fuerzas.

“MFm…mmfm…mfmf…” Entonces apreté con energía mis labios alrededor del poderoso falo y sin necesitar ya ayuda de nadie comencé a mover mi cabeza de arriba para abajo, apretando mi boca y succionando con tal fuerza que creo que le dolió un poco al americano.

“Eso es, nenita.. tu solita, mamar con fuerzas…”

“Mfmf…mfm…mfm….mfm..” Gemí en éxtasis, fascinada de tener la boca llena de verga y con mi lengua vuelta loca, retorciéndose alrededor de la gruesa cabeza morada. Y el americano ahora me acariciaba la cabeza suavemente, entre gruñidos tensos y una que otra mala palabra, mientras yo continuaba mamando y mamando hasta que perdí el hilo del tiempo.

Y creo que pasaron unos 10 minutos o más, no lo sé, pero durante todo ese tiempo mi boca devoro agresivamente a la cruel serpiente una y otra vez sin darle tregua, hasta que la acorrale para sacarle su veneno.

Entonces una mano poderosa me sujeto la cabeza y me obligo a quedarme quieta, mientras un espeso y salado liquido entraba en cantidades industriales a mi boca. Dios, que delicia, pensé mientras daba el primer trago y sentía como se me quedaba pegado en la garganta. Y luego di otro… y otro..

“Tomártelo todo, Josie.. uff.. todo..” Dijo Lothar mientras me seguía sujetando la cabeza, y yo dije que si con la cabeza, sin poder hablar. Y seguí bebiéndome su semen con voracidad hasta que finalmente gane la batalla y su verga quedo seca.

Entonces él me soltó y al verme liberada lentamente me volví a sentar en el asiento, como si no hubiera pasado nada. Pero en eso alcance a ver algo de reojo, y cuando voltee a ver me di cuenta con muchísima pena que un autobús estaba junto a nosotros en un alto y algunos tipos me veían con lujuria desde las ventanillas.

“Oh Dios.. vieron todo..” Dije poniéndome roja y cubriéndome la cara, pero al ver mi predicamento Lothar solo sonrió y acelero el carro para perder de vista al camión.

“No preocupar, Josie.. ya estar lejos el camión..” Dijo Lothar con una sonrisa maliciosa, evidentemente disfrutando de mi reacción. “Y tu tener boca salvaje.. yo estar muy feliz.”

Durante el resto del trayecto no dije ni una palabra, demasiado avergonzada por lo que acababa de suceder. Lothar me dio entonces unas palmaditas cariñosas en las piernas para indicarme que ya habíamos llegado a su hotel. Me baje del auto rápidamente, tratando de esquivar las miradas de los chicos del servicio ahí presentes, por miedo a que de alguna forma supieran cual era mi objetivo ahí.

Y finalmente llegamos a su cuarto, y cuando lo vi me quede fascinada. Esta no era una habitación cualquiera, sino el pent-house presidencial, y el lujo era ridículamente excesivo. Frente a mi estaba un espacio inmenso, con acabados de mármol y aluminio por todas partes, con una elegantísima sala y comedor a la izquierda y una deliciosa recamara principal a la derecha.

“Wow…”Dije con ingenuidad mientras caminaba en dirección a la cama.

Sin dudas era la más bonita que había visto en mi vida. Se veía apetitosa, con unas colchas blancas hermosísimas y unas almohadas gordas comodísimas. No pude mas y con un gesto coqueto me senté en el borde y rebote juguetonamente una y otra vez.

“Esta hermosa esta habitación, Lothar..” Dije entre risitas.

“Que bien, alegrar que tu gustar..” Respondió el con una mirada enigmática.

“No puedo creerlo.. has de ganar mucho dinero ¿No?” Pregunte inocentemente.

“Si.. algo. Me alcanza para vivir bien.” Dijo él mientras se quitaba el saco y lo colocaba en un perchero.

“Wow…”

“Ahora, Josie… desnudarte, por favor..”

Asentí obedientemente, y por alguna extraña razón no sentí nada de pudor al quitarme el vestidito negro y luego la tanguita, aunque me deje los zapatos de tacón. Lothar se me quedo viendo con una expresión de fascinación, y sin demorarse mucho también se quito la ropa.

Y ahora que lo veía sin el traje mi lujuria creció aun mas, ya que el americano tenía un cuerpo impresionante. Músculos bien torneados por todos lados, e incluso su rostro ya no me parecía tan intimidador como antes.

“¿Qué quieres que haga, Lothar?” Pregunte con timidez.

“Primer regla.. llamarme Amo a partir de ahora. ¿Entendido Josie?”

“S..si.. Amo..” Asentí con sumisión, mordiéndome los labios.

“Ahora bien.. ponerte en 4 sobre la cama..” Dijo con autoridad.

Rápidamente me coloque en la posición pedida, e inconscientemente arquee como felina la espalda y deje mis lindas nalguitas paraditas en actitud coqueta. El americano, visiblemente complacido por mi actitud, lentamente se acerco por detrás de mí y con sus frías y poderosas manos agarro mis nalgas y las apretó violentamente.

“Uhh…” Gemí con picardía.

Entonces Lothar apretó su rostro entre mis nalgas y pude sentir sus labios apretándose con fuerza desmedida alrededor de mi indefenso agujerito. Su lengua entonces salió de su escondite y juguetonamente comenzó a frotar en veloces círculos mi ano, casi causándome un desmayo.

“Oh Dios…” Dije con la respiración entrecortada, disfrutando infinitamente las nuevas sensaciones en mi trasero. Poco a poco los círculos que la lengua del americano describía en su erótico baile se fueron haciendo más pequeños, hasta que de repente y con un firme empujón comenzó a deslizarse en mi interior.

Mi ano reacciono con un violento apretón, inmovilizando al resbaloso intruso en su lugar por algunos segundos. Me dio un poco de risa la situación, y como pude trate de relajarme, permitiendo que la atrevida lengua volviera a su descarada misión. Y así fue metiéndose mas y mas en mi cuerpo y cuando llego al fondo comenzó a moverse vigorosamente de atrás para adelante, como si fuera un pequeño pero insistente falo.

Yo me estaba volviendo loca de placer. Comencé a sudar deliciosamente mientras apretaba los puños, poniendo una carita de angustia con cada ataque anal.

“Delicioso culo…” Dijo entonces Lothar con una voz picara, y solo pude responder con unos tiernos quejiditos. Y su lengua al parecer estaba entrenada para violar, porque de repente acelero su ritmo y comenzó a entrar y salir de mi culo con una velocidad increíble, haciéndome saltar juguetonamente con cada acometida.

“Ah….mmm…mmmm” Comencé a gemir sin poder controlarme.

“Así, nenita.. mas fuerte..” Dijo Lothar detrás de mí sin detener sus atenciones ni un segundo. “Gemir para mí.”

Y al oír eso mis actitudes se fueron volviendo cada vez mas descaradas, y en pocos segundos ya estaba gimiendo como puta, arqueando la espalda y parando descaradamente el culo para recibir más castigo de su poderosa lengua. Y con una ronca risita el americano respondió apretando aun mas su cara entre mis nalgas mientras con una mano me daba rápidas palmaditas sobre mi coño.

“Ay…ahh….mmm..” Gemí febrilmente, apretando las sabanas con fuerza y saltando un poquito con cada golpecito. Todo era exquisito, y ante tanto placer me sentía a punto de un desmayo.

De repente Lothar dijo algo que me preocupo un poquito: “Debo preparar tu ano para lo que viene, nenita.. “

“Ayy..D..dios…” Dije con apuros. “Pero.. yo nunca he…tenido sexo anal, Lothar..”

“No preocupar, nenita.. tratarte delicado lo hare..”

Nunca hubiera imaginado que sentiría tanto placer de esta forma. Me sentía sucia, pervertida, de lo peor…

Pero la sonrisa no me la quitaba nadie.

Cerré los ojos y de nuevo perdí el sentido del tiempo. Y así pasaron 15 minutos en los cuales el americano no dejo ni un instante de comerme el culo, y ya para entonces todo mi cuerpo había reaccionado en consecuencia. Sentía muchísimo calor, y mi piel estaba cubierta de una deliciosa capa de sudor que hacía que mi largo cabello se quedara pegado en mi rostro. Mi clítoris pulsaba insistentemente, clamando por algo de atención, y la humedad entre mis piernas era evidente.

Y mi respiración estaba agitadísima.

De repente el americano con mucha delicadeza coloco una almohada debajo de mi vientre, y después puso su mano en mi espalda baja y me empujo hacia abajo para acostarme sobre ella, para de esa forma asegurarse que siempre tuviera las nalgas siempre apuntando hacia arriba y la espalda arqueada.

Entonces saco una botellita de lubricante de uno de los cajones y con mucha paciencia comenzó a aplicarlo alrededor de su miembro y en mi ano, vigorosamente metiéndome uno y dos dedos para aflojarme.

Voltee a verlo y sonreí con una actitud lujuriosa. Se sentía delicioso.

“¿Estar lista Josie?” Dijo después de algunos minutos, cuando mi culito había quedado perfectamente lubricado.

“S..si..Amo..” Asentí con una actitud infantil, y en menos de un segundo el americano se coloco sobre mí con una actitud dominante pero sin colocar todo el peso de su cuerpo sobre el mío. Entonces saco por debajo de una almohada un pequeño par de esposas metálicas y sin pedirme permiso me obligo a poner mis brazos doblados en la espalda y las coloco en mis muñecas.

Click…

“Auch…” Trate de decir, un poco entre queja y excitación. Pero el Americano me dio una nalgadita rápida como reprimenda y sin detenerse coloco su brazo izquierdo debajo de mi cabeza, para que fuera algo así como mi almohada.

Dios. Me tenia completamente a su merced.

Nunca me había sentido así, tan indefensa y vencida, la hembra sometida ante el macho que la domina y la va a hacer suya sin piedad. Y sin poder evitarlo me sonroje muchísimo, y mordí mis labios con ansiedad.

Entonces el americano fue dejando caer su peso sobre mi cuerpecito y me queje un poquito.

“Uff..P..pesas mucho..” Dije con una risita.

Lothar se rio ligeramente al ver mi reacción pero aun así siguió con su plan. Con toda la calma del mundo coloco la punta de su poderoso miembro entre mis nalgas y la fue frotando de arriba para abajo, hasta que finalmente quedo apuntando directamente a mi ano.

“U..uy…” Dije asustada dando un saltito. Lothar se rio nuevamente y me dijo al oído:

“No temer, nenita.. lo hare con cuidado.. ¿Ok?”

Asentí como niña chiquita, y sin poder hacer mas cerré los ojos y contuve la respiración. El momento había llegado. Mi ano estaba a punto de ser profanado.

Lothar me sujeto aun con más fuerza contra su cuerpo, y lentamente fue inclinando sus caderas para penetrarme. Abrí la boca de par en par al sentir la tremenda presión de su verga contra mi indefenso orificio, pero al parecer mi ano no iba a rendirse tan fácilmente. El heroico agujerito opuso muchísima resistencia, cerrándose con una fuerza desmedida ante el extraño cuerpo invasor y durante varios intentos fue imposible de superar.

“A..au….” Me queje un poquito, aunque todavía no sentía ningún dolor o incomodidad. Más que nada eran mis nervios los que me tenían acelerada.

Lothar entendió la situación y se detuvo por algunos segundos. Entonces me dio un beso tierno en la mejilla y siguió con sus intentos para entrar por fin en mi culo. Inconscientemente, creo que yo no estaba cooperando mucho porque sin darme cuenta apretaba mi cuerpo lo mas que podía. Pero al final la persistencia del americano rindió frutos y finalmente con un empujoncito mi ano perdió la batalla y centímetro a centímetro la poderosa anaconda fue entrando en mi recto.

“Oh Dios…oh Dios.. oh Dios…” Dije en voz baja mientras apretaba con fuerzas los puños en mi espalda, sin poder hacer nada más. La presión en mi ano era increíble, sentía como si se me fuera a romper de un momento a otro, como si me estuvieran partiendo en dos. Y sin importarle nada la venosa y gruesa verga del americano seguía deslizándose entre mis nalgas, llenando mi recto mientras la presión en mi estomago iba en aumento.

Con impotencia un par de lagrimas resbalaron por mis mejillas, sintiendo como el placer inicial se volvía lentamente un ligero dolor y unas terribles ganas de ir al baño.

“Au…ve lento..más lento..” Dije con una carita de angustia. Pero Lothar me ignoro cruelmente y siguió enterrándome su espada, evidentemente excitado con mi reacción. La presión en mis intestinos aumentaba con cada segundo que pasaba, y cuando casi sentía que estaba a punto de explotar Lothar se detuvo y con voz suave me dijo al oído:

“Shhhh… Josie, quiero que tu relajarte..tienes la mitad adentro, pero ahora quiero que pujes hacia fuera, como si querer expulsar mi verga de ti.. ¿Entendido nenita?”

¡¿Solo tenía la mitad adentro?! Oh Dios…

Pero yo no soy de las que se rinden. Con dificultad asentí, y mordiéndome los labios puja con todas mis fuerzas. Entonces, para mi sorpresa, el miembro del americano se deslizo vigorosamente de golpe unos centímetros más hacia mi interior. Apreté los puños y de nuevo volví a pujar, y como había sucedido antes su verga entro un poco más.

“Oh… cada vez que hago el esfuerzo.. entra mas…” Dije con voz débil, sudando frio ante la situación.

“Si, nenita.. eso es exactamente lo que quiero.. ahora tu pujar con cada empujón, y relajar con la salida, ¿Entendido?”

“S..si..amo..” Dije sin poder ocultar una sonrisa de triunfo. Le había agarrado el modo a esto del sexo anal.

Y así, entre pujidos y empujones fui comiéndome la verga del americano, hasta que finalmente la tuve por completo en mi interior. Y la sensación era entre rara y excitante. Las ganas de ir al baño ahí seguían, pero el ardor en mi cuerpo se sentía delicioso. Y el movimiento de algo adentro de mi estomago se sentía rarísimo, y con una sonrisita coqueta me di cuenta que su miembro por lo menos debía llegar hasta mi ombligo.

Entonces la batalla comenzó.

Lothar fue sacando lentamente su miembro de mi colita hasta que quedo la mitad afuera, y luego poco a poco me lo enterró de nuevo. Entonces el ciclo se repitió y volvió a sacarla hasta la mitad para luego meterla por completo, y así sucesivamente.

“Uhh….uhhhh….uh…..uh….” Gemí tiernamente, tratando de concentrarme en mis pujidos y exhalaciones. Mis intestinos eran llenados y vaciados sin piedad una y otra vez, y unos segundos después abrí la boca de forma lujuriosa, deslizando mi lengua por los labios.

Y el americano fue montándome cada vez más rápido, hasta que el ritmo se volvió frenético, animal, y la cama se zarandeaba violentamente con cada embestida.

Slap…slap….slap…slap…..

Y poco a poco los malestares en mi cuerpo fueron desapareciendo. Ya no sentía ganas de ir al baño, y aunque la presión en mi interior era cada vez mayor y los golpeteos más violentos. La idea de tener a un completo desconocido bombeándome el culo tenía un gran factor de perversión que francamente me volvía loca.

”Delicioso..” Dije febrilmente, quejándome dulcemente mientras sentía como mi ano se estiraba y encogía con cada embestida, y el golpeteo de las bolas del americano contra mi coño me enviaba señales orgásmicas por todo mi cuerpo.

Slap………..slap…………slap………slap…….

Si..definitivamente el que me dieran por atrás me tenía como gata en celo.

Y Lothar casi no decía nada, aunque sus gruñidos eran cada vez más fuertes. Sin duda, el tipo estaba concentrado en su misión, y así me penetro de esta manera por unos 10 minutos, y cuando me vio lo suficientemente relajada me pregunto al oído:

“Nenita, ¿Estar lista?”

“¿Lista? ¿P.para..que?” Dije con algo de miedo.

“Para esto…”

Entonces Lothar acelero violentamente sus movimientos, a un ritmo endiablado, y su miembro comenzó a taladrarme el culo sin piedad. Apreté de nuevo las sabanas y me puse increíblemente tensa, y sin poder evitarlo unas lagrimas se resbalaron por mis mejillas. “Ahhh….ayy….ahhhh…mmmmmmm.”

SLAP..SLAP..SLAP..SLAP..

Pero no eran lagrimas de dolor o tristeza.

Sencillamente, nunca hubiera pensado que en mi culo estuviera la puerta del cielo. Las sensaciones eran exquisitas, el sentir mis intestinos ser golpeados por dentro una y otra vez a la vez que mi ano se extendía al máximo me tenían retorciéndome de placer, gimiendo y pataleando con cada acometida.

“¡Ugh...uh… uhh.. ugh…así..duro..más duro…!” Gemí guturalmente, lo cual pareció excitar mas al americano.

“Retorcerte como puta, Josie” Dijo con malicia en mi oído.

“UGH….ugh….au..ahh” Obedecí y como pude moví mis caderas de las formas más sucias y sexuales posibles, levantándolas para recibir con más fuerza cada embestida.

SLAP..SLAP..SLAP..SLAP..

Y el castigo era delicioso, y la cama ahora parecía que se iba a desarmar en cualquier momento. Y con cada golpe de sus caderas mi delicado cuerpo se apretaba contra la cama y mis pechos se frotaban con fuerza contra la colcha, haciéndome gemir de placer una y otra vez.

Entonces Lothar se acerco a mi oreja y con mucha sensualidad deslizo su lengua en ella, chupándola y masajeándola gentilmente en contraste con los violentos movimientos de sus caderas.

Abrí la boca de forma lujuriosa, sintiendo como el despiadado ataque contra mi culo aumentaba en velocidad. Mis firmes nalgas rebotaban con fuerza contra su cuerpo mientras en total sumisión yo solo gemía tiernamente y me mordía los labios en éxtasis. A este ritmo me volvería loca, no podría aguantar mucho tiempo más.

SLAP..SLAP..SLAP..SLAP..

El final parecía estar cerca…

SLAP..SLAP..SLAP..SLAP..

Entonces las caderas del americano comenzaron entonces a bombear mi culo de forma aun más agresiva, si esto era aun posible. Me puse completamente tensa, sabiendo que su orgasmo estaba muy cerca.

“Ya casi Josie, tu culo recibir mi leche..¿Entendido?”

“S..si..Amo.. ahhh si.. mi culo es suyo..ahhh….uhhh….uhh….” Respondí febrilmente, jadeando.

Entonces el americano se apretó con violencia contra mis nalgas y comencé a sentir algo cálido en mi interior.
“¡Oh..God.. oh God..F..fuck..!” Grito Lothar a la vez que se apretaba aun mas contra mí, y por sus gritos era evidente que estaba teniendo un orgasmo intensísimo.

“Ah…ah…” Gemí débilmente, temblando ligeramente mientras este hombre masivo se apretaba contra mi espalda y depositaba su semilla en mi cuerpo. Había sido derrotada, sometida y sodomizada, y mi pobre culo seguía pagando las consecuencias…

Pero…

…oh Dios, se sentía riquísimo...

Cerré los ojos y pude sentir como la leche de Lothar me llenaba las entrañas. Era como un calorcito riquísimo en mi estomago, y me daba unas cosquillitas deliciosas, hasta que finalmente, y después de varios agónicos minutos, Lothar se dejo caer sobre mí y me dijo al oído:

“Uff…. Oh god… Ahora cuando yo venir a México solo querer tu culito, Josie… “

Me sonroje ante el comentario, y en ese momento trate de moverme un poco pero de nuevo el americano me sujeto con fuerza y me mantuvo en posición. “No mover hasta que yo te diga..¿Entendido?”

“S..si Amo..”

Entonces me dio un tierno beso en la nuca, y me volvió a decir al oído: “Ahora, vamos a bañar juntos, y luego yo volver a cogerte por la cola..¿Entendiste?”

Me reí coquetamente ante la pronunciación de lo que acababa de decir. Con un gesto tierno asentí con la cabeza. Si mi Amo deseaba “cogerme por la cola” de nuevo.. ¿Quién era yo para negarme?

“Good.. ven conmigo…”

Entonces me cargo delicadamente entre sus brazos y me llevo hasta la tina… y las horas volaron. Lothar resulto ser un amante incansable. Después de sodomizarme en la cama, lo hizo en la regadera y luego en la cocina de la suite. Siempre por el culo, y cuando por fin todo terminó, a eso de las 3 de la mañana, yo estaba exhausta y me dolía todo el cuerpo.

Entonces nos fuimos a la cama juntos, y no tarde mucho en quedarme dormida en los brazos del americano, con una sonrisa en la cara. Nunca hubiera pensado que mi iniciación anal seria así, tan extrema y agresiva.

Pero a pesar de todo, me sentía feliz…

Había completado con éxito mi primera “cita” en la agencia y estaba francamente orgullosa. Había dejado un cliente totalmente satisfecho, e incluso el americano me había dado una propina extra de $1000 dólares. Toda una fortuna para una pobre chica universitaria.

¿Qué sucedería mañana?

No sabía. Pero si el destino me deparaba algo como lo de esta noche…

… seria delicioso.

3 comentarios:

  1. Gatita, como siempre, super sensual y erótico tu relato, sabes causar grandes erecciones en mi, felicitaciones, sigo siendo tu fan numero 1
    Saludos, Rubén de Costa Rica

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  2. woow sorprendente relato simplemente fcinante

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Anda, Opina. :)