martes, 26 de enero de 2010

Corazón de Fresa (Versión final)

(Es una mini-novela, les advierto de una vez. :) O sea, un relato larguísimo, pero que va creciendo en intensidad, hasta que llega a un final super, super XXX. Espero les guste, y por favor ayúdenme con sus comentarios porque le estoy haciendo todavía varios ajustes a la trama. :) )



Sinopsis: Fresita no es una chica común y corriente. Juguetona y traviesa, siempre se ha sentido mejor en compañía de los chicos que de sus amigas, y estos a su vez la cuidan como si fuera su hermanita y la incluyen en todas sus bromas y relajos. Pero un día su vida se cruza con la de Isabela, hermana de su mejor amigo, El Argentino, y ya nada será como antes...





Primer acto: El reto.


Ni yo sabía cómo es que había caído en esta situación.

Pero una cosa era evidente: Estaba atrapada.

Todo había comenzado de la forma más inocente posible, cuando reté al Argentino, mi mejor amigo desde niña y todo un rompecorazones rubio y de ojos azules, a ponerse uno de mis bikinis y salir corriendo a la calle.

¡Y no podía creerlo cuando lo vi correr junto a mi enseñando todo! Dios, ¡Nunca me había reído tanto en mi vida! Me dolió el estomago por horas.

Y claro, como esto de los retos había resultado tan divertido, el siguiente turno había sido para mi segundo mejor amigo, el Ruffo, un chico de aspecto metalero y pelo largo negro: Besar apasionadamente en la boca a la solterona sexagenaria de la casa de enfrente, la amargada señora Mendoza.

Aun recuerdo cómo me tiré al suelo muerta de la risa al ver como después del beso la señora no lo soltaba, y el pobre Ruffo tuvo casi que suplicar por su vida para escapar.

El siguiente en la lista había sido el Cerebrito, un chico flaquito y de lentes, al que le había tocado ponerse un vestido y salir cantando en una reunión familiar. Claro, siendo él tan bien portado y tímido, todos pensamos que no sería capaz de realizar el reto.

Error.

No solo se atrevió, sino hasta logró arrancarles una sonrisa a todos en la fiesta con las ganas que le puso.

Pero en fin, esta noche mi momento de la verdad había llegado, ya que por fin me tocaría  a mí realizar un reto.

Aunque para ser honesta, de alguna forma esperaba que los chicos me pusieran algo fácil.

Esto porque, a pesar que yo participaba en todos sus desmadres, ellos siempre me trataban como su hermanita menor y me protegían mucho. Bueno, seguramente mi físico era lo que les daba esa idea de que yo necesitaba su protección, ya que era delgada y tenía una cara de niña muy tierna, y siempre me vestía de formas algo infantiles, como por ejemplo ahora, que estaba con una faldita rosa corta, blusita blanca y mi pelo café en una cola de caballo.

Realmente no me podía quejar de tanto "amor", aunque a veces a mis amigos se les pasaba la mano. Como por ejemplo, cuando un chico me llevó flores a la escuela y ellos se encargaron de ahuyentarlo, por así decirlo.

Si, -Pensé con una sonrisa. -Para ellos siempre sería la traviesa y juguetona Fresita, aunque quizás en esta ocasión especial eso no estaría tan mal.

Pero en fin, volviendo al aquí y ahora...

Con nerviosismo me mordí los labios, sintiendo casi como si la recamara del Argentino se estuviera encogiendo a mi alrededor por toda la tensión contenida, a la vez que mis 3 amigos me miraban muy divertidos sin poder contener la risa.

"Fresita, el reto que tienes que cumplir es..." Me dijo el Argentino haciendo una pausa dramática, a la vez que el Ruffo y el Cerebrito se miraban con actitud de complicidad.

"Ay, ¡Ya dime de una buena vez!"

"...Robarte una de las tangas de Isabela, aprovechando que esta noche ella va a salir a bailar, como siempre cada viernes."

sábado, 16 de enero de 2010