Nota: Este es la versión final del relato, y ya estoy escribiendo la 9a. :)
Primer Acto: Un día perfecto.
La mañana se veía espectacular, con los rayos de sol entrando a mi recamara con toda su intensidad mientras las cortinas se mecían suavemente por la deliciosa brisa, dándole a todo un aspecto como de película de Disney.
Y mi sonrisa no dejaba dudas: Me sentía súper feliz, radiante, la chica más sensual del universo, y con total vanidad salí de la ducha y fui completamente desnuda a mirarme al espejo, dando coquetas vueltecitas frente a él mientras reflexionaba sobre los últimos días.
Carajo, ¿Por qué siento así?
No sabía si era por el bonito gesto de Mateo ayer en la cancha de futbol, o por todas las pequeñas travesuras sexuales que habíamos vivido las últimas semanas, pero sea lo que sea la imagen en el espejo era contundente…
Nunca me había visto mejor, casi como si cada célula de mi cuerpo estuviera rebosante de esa felicidad. Mi piel brillaba deliciosamente con la luz de la ventana, mis pechos se veían sensualmente firmes y curvilíneos, mis piernas y cinturita se veían aun mas estilizadas que antes, y hasta el color de mis ojos me parecía más verde que lo normal.
Sin duda, espectacular.
"Es más, -Me dije inclinando la cabeza con una sonrisa coqueta. –Hasta el Collarcito se ve lindo.”
Sin poder evitarlo deslicé mis dedos por el perverso Collarcito hasta llegar a la plaquita que tenía enfrente, y cuando la leí no pude evitar sonrojarme como si fuera la primera vez...
Megan Loera
Propiedad de Mateo Balcázar.
Me mordí los labios sintiendo una mezcla de morbo y excitación. Sin duda, ¡Como había cambiado mi vida en estas semanas! Y todo se lo debía a él...
...A Mateo.
La preocupación volvió de golpe a mi rostro. "¡Mateo! Ay, ¿Como habrá amanecido? ¡Tengo que ir a verlo ya!"